May 1, 2020 3:18 pm

Oración de Consagración a María Santísima

Madre de la Iglesia, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida con la herida del pecado, para sanarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros somos valiosos ante tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos tocar por tu dulce mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Protege nuestra vida entre tus brazos; bendice y fortalece todo deseo de bien; aviva y alimenta la fe; mantiene e ilumina la esperanza; despierta y motiva la caridad; guíanos a todos por el camino de la santidad.

Enséñanos tu gran amor y tu preferencia por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los pobres de corazón: lleva a todos bajo tu protección y encomiéndalos a todos a tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesús. Amén.

Oración de Consagración a María Santísima

Madre de la Iglesia, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se cansa de inclinarse con misericordia hacia la humanidad, afligida con la herida del pecado, para sanarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de Madre el acto de consagración que hoy hacemos con confianza.

Estamos seguros de que cada uno de nosotros somos valiosos ante tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti.

Nos dejamos tocar por tu dulce mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.

Protege nuestra vida entre tus brazos; bendice y fortalece todo deseo de bien; aviva y alimenta la fe; mantiene e ilumina la esperanza; despierta y motiva la caridad; guíanos a todos por el camino de la santidad.

Enséñanos tu gran amor y tu preferencia por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los pobres de corazón: lleva a todos bajo tu protección y encomiéndalos a todos a tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesús. Amén.